"Explorando el mundo a través de la pluma y la poesía"
Publicado el 11 de Diciembre de 2024
El Signal Iduna Park, ese coloso amarillo que intimida a cualquiera, fue testigo de cómo el Barça derrumbó su muro. En una noche de alta tensión y fútbol mayúsculo, los azulgrana se impusieron 2-3 con goles de Raphinha y un Ferran Torres estelar, quien emergió como el inesperado héroe en los últimos minutos.
En la primera mitad, el Barça salió decidido, con un planteamiento ordenado que dejó claras las intenciones de Flick: dominar con balón y no ceder terreno. Las primeras ocasiones cayeron de lado culé, con Lamine Yamal y Dani Olmo como faros de la ofensiva. Mientras tanto, el Dortmund intentaba intimidar con fogonazos de velocidad a través de Durneville, pero se topó con una defensa catalana bien plantada.
El duelo táctico era un ajedrez jugado a toda velocidad. En el minuto 26, Raphinha acarició el gol tras un pase magistral de Lamine, pero su disparo salió rozando el poste. El primer acto finalizó con el Barça exhibiendo superioridad estadística: 66% de posesión y 300 pases completados. Pero el fútbol no entiende de números; el marcador seguía inamovible.
El segundo tiempo comenzó con vértigo. Raphinha inauguró el marcador tras un pase medido de Olmo, pero la alegría azulgrana duró poco. Un penalti innecesario de Cubarsí permitió al Dortmund igualar gracias a Guirassy. El Signal Iduna Park rugía, empujando a los locales en busca de la remontada.
En ese contexto, Flick movió ficha. Introdujo a Ferran Torres, De Jong y Fermín en un triple cambio que sería decisivo. Ferran no tardó en responder, aprovechando un rechace en el área para devolver la ventaja al Barça. Sin embargo, una nueva desatención defensiva permitió a Guirassy firmar su doblete y empatar el encuentro.
Pero el Barça no se rindió. Ferran, cual artillero implacable, marcó el 2-3 definitivo tras otro pase magistral de Lamine Yamal. La grada visitante estalló en júbilo mientras los culés sellaban una victoria histórica en territorio hostil.
El Barça demostró carácter y oficio en una de las plazas más complicadas de Europa. Flick acertó en los momentos clave, y Ferran Torres firmó una actuación que quedará en los anales de esta Champions. Con este triunfo, los azulgrana acarician los octavos de final y recuerdan al mundo que su gen competitivo sigue intacto.
JMG