"Explorando el mundo a través de la pluma y la poesía"
Publicado el 22 de Febrero de 2025
Hay días en los que toca sufrir, pelear cada balón y esperar el momento oportuno para golpear. Y eso es exactamente lo que hizo el Barça en Gran Canaria. Un golazo de Dani Olmo rompió el cerrojo de Las Palmas en la segunda mitad y Ferran Torres, con la última jugada del partido, certificó una victoria (0-2) que permite a los azulgranas mantenerse en lo más alto de LaLiga EA Sports.
El conjunto de Hansi Flick llegaba con la lección aprendida. En la primera vuelta, los canarios asaltaron Montjuïc con un ejercicio de resistencia y valentía. Esta vez, con el liderato en juego, el Barça no podía permitirse otro tropiezo. Pero Las Palmas volvió a demostrar que no se arruga ante los grandes.
Desde el inicio, el equipo de Diego Martínez dejó clara su intención: cerrar espacios por dentro y ceder solo las bandas. El Barça tuvo la posesión, pero sin profundidad. Lewandowski no encontró situaciones claras, Lamine Yamal lo intentó sin éxito y Pedri se topó con una defensa bien organizada.
La primera gran ocasión llegó con una combinación entre Fermín y Lewandowski, pero el polaco no pudo concretar ante Cillessen. Del otro lado, Las Palmas amenazaba con transiciones rápidas, con Moleiro y Sandro buscando cualquier resquicio en la zaga azulgrana. Sin embargo, ni unos ni otros lograron romper el 0-0 antes del descanso.
El segundo tiempo comenzó con el mismo guion: el Barça tocaba, Las Palmas resistía. Pero Flick tenía un as en la manga. Dani Olmo, que había entrado en el descanso, cambió el partido. En el minuto 62, cazó un balón al borde del área, dejó atrás a su marca con un gran recorte y soltó un derechazo seco al larguero que terminó dentro. Un golazo, un alivio y un golpe anímico que rompió la resistencia local.
El gol obligó a Las Palmas a estirarse, y eso generó más espacios para el Barça. Lamine y Lewandowski rozaron el segundo, pero Cillessen mantenía con vida a los suyos. Sin embargo, la sensación era que si alguien podía volver a marcar, era el equipo visitante.
Las Palmas, empujada por su afición, buscó el empate en los últimos minutos. Y el partido pudo cambiar con una jugada polémica: un remate dentro del área impactó en la mano de Eric García, pero el VAR detectó un fuera de juego previo y el penalti quedó anulado. Fue el último gran susto para el Barça, que con inteligencia supo gestionar los minutos finales.
Con el partido en el descuento y Las Palmas volcada en ataque, Ferran Torres aprovechó un contraataque letal para cerrar el partido con el 0-2. Gol, pitido final y alivio para los azulgranas, que salen de Gran Canaria con tres puntos fundamentales antes de su duelo copero ante el Atlético de Madrid.
Un triunfo trabajado, de los que construyen campeones. Sin brillantez, pero con carácter. Y en la lucha por LaLiga, eso vale oro.
JMG