"Explorando el mundo a través de la pluma y la poesía"
EL BARÇA ASALTA MONTILIVI
Publicado el 15 de Septiembre de 2024
El FC Barcelona llegaba a Montilivi con las heridas aún frescas de las dos derrotas encajadas ante el Girona la temporada pasada. Sin embargo, esta vez no hubo margen para la sorpresa. En un duelo marcado por la sed de revancha, los de Hansi Flick arrasaron con un contundente 1-4 que reafirma su liderazgo indiscutible en LaLiga y deja claro que este Barça no tiene intención de soltar el acelerador.
El ambiente en Montilivi era el de las grandes citas. El estadio lleno hasta la bandera, la afición del Girona esperanzada, recordando el sabor dulce de haber tumbado al gigante azulgrana en el pasado. Pero el Barça, lejos de amedrentarse, salió con una idea clara: borrar cualquier duda sobre su superioridad. Y así lo hicieron. Con un fútbol de toque, posesión y verticalidad que desgastaba poco a poco a los locales, el equipo de Flick fue imponiendo su ley.
El joven Lamine Yamal, convertido en el nuevo héroe culé, abrió la lata cuando robó un balón a un blando David López y fusiló a Gazzaniga sin piedad. El Girona apenas había tenido tiempo de recomponerse cuando Yamal volvió a aparecer, esta vez para empujar un balón suelto dentro del área y firmar su doblete. Dos golpes rápidos, certeros, que dejaron a los de Míchel tambaleándose antes del descanso.
El Barça se marchó al vestuario con el trabajo bien hecho, pero sabiendo que aún quedaba mucho por jugar. El Girona intentó reengancharse al partido, especialmente a través de Bryan Gil, cuyo remate a quemarropa fue detenido de manera espectacular por Ter Stegen. Los locales incluso rozaron el gol de penalti, pero el VAR frustró sus esperanzas al anular la decisión del colegiado tras revisar unas manos de Iñigo Martínez que, a ojos del árbitro, no habían sido voluntarias.
Con la reanudación, el Barça volvió al campo dispuesto a cerrar cualquier resquicio de duda. Y lo hizo pronto, con Dani Olmo sacándose de la manga un golazo de escándalo desde una posición imposible. Un disparo cruzado, ajustado al palo, que no solo significaba el 0-3, sino también una declaración de intenciones: este equipo va en serio. Olmo, llegado este verano, demuestra partido a partido que su fichaje ha sido un acierto mayúsculo.
Flick, consciente de la importancia de dosificar a su equipo ante el inminente estreno en Champions, empezó a mover el banquillo, pero el Barça no aflojó. Pedri, siempre inteligente y preciso, aprovechó una asistencia perfecta de Casadó para firmar el cuarto gol de la noche. La goleada estaba servida y los de Flick se dedicaron a gestionar el partido con tranquilidad. Aún quedaba tiempo para que Ferran Torres viera la roja directa por una entrada a destiempo, una de las pocas sombras de la tarde para el Barça.
El Girona, herido en su orgullo, se negó a irse sin maquillar el marcador y fue el incombustible Stuani, siempre dispuesto a dar la cara, quien marcó el gol del honor en el tramo final. Un pequeño consuelo para los aficionados locales, que vieron cómo su equipo caía con contundencia ante un Barça que, esta vez, no dejó lugar a las sorpresas.
La contundente victoria no solo mantiene al FC Barcelona en lo más alto de la tabla, sino que envía un mensaje claro a toda LaLiga: este equipo, bajo la batuta de Flick, va a por todas. La Champions aguarda, y si las sensaciones de hoy son indicio de algo, este Barça está más que preparado para lo que viene.
JMG