"Explorando el mundo a través de la pluma y la poesía"
Publicado el 6 de Marzo de 2025
Las noches europeas exigen carácter, y el Barça lo sacó a relucir en Da Luz. Con un hombre menos desde el minuto 22, los de Hansi Flick resistieron el asedio del Benfica y se llevaron un triunfo de oro (0-1) gracias a un solitario tanto de Raphinha. Szczęsny, colosal, sostuvo a los azulgranas en una ida de octavos que deja la eliminatoria encarrilada, pero no sentenciada.
El Benfica salió desatado, impulsado por su gente, y a los pocos segundos ya obligó a Szczęsny a desviar un disparo de Kerem Aktürkoğlu. Fue un espejismo. El Barça tomó el control y rozó el gol con una acción inverosímil: tres remates consecutivos dentro del área y tres intervenciones milagrosas de Trubin.
Pero el partido dio un vuelco en el 22’. Pavlidis se escapaba solo cuando Cubarsí lo derribó en la frontal. Roja directa. El Barça se quedaba con diez. Flick reaccionó de inmediato: sacrificó a Dani Olmo para meter a Araujo y recomponer la defensa. Tocaba remar.
El Benfica olió sangre. Antes del descanso, Raphinha tuvo la mejor del Barça con un disparo ajustado, pero tras la reanudación el monólogo fue portugués. Szczęsny se erigió en héroe al repeler un remate a bocajarro de Aursnes. Y cuando más apretaban los de Bruno Lage, el Barça asestó el golpe maestro.
Un mal pase en la zaga lusa fue cazado por Raphinha, que con sangre fría definió desde la frontal con un tiro raso imparable. Noveno gol en Champions para el brasileño, que vuelve a ser decisivo.
El Benfica se volcó. Entraron hombres de refresco y Carreras se convirtió en un puñal por la izquierda, pero la zaga azulgrana resistió como pudo. Flick refrescó al equipo con cambios y, en la última embestida, Szczęsny volvió a salvar el empate con una mano prodigiosa.
Final y victoria de peso. Con sufrimiento, pero con premio. El Camp Nou dictará sentencia.
JMG