"Explorando el mundo a través de la pluma y la poesía"
LO BUENO Y LO MALO
Publicado el 30 de Marzo de 2025
Para lo bueno y para lo malo, Marc Márquez es el protagonista absoluto de este Mundial 2025. En la tierra donde una vez fue emperador indiscutible, Austin, ha vuelto a caer como solo caen los grandes: cuando van al frente, cuando parecen inalcanzables, cuando el guion solo admite un final... y entonces todo estalla.
Iba camino de su octava victoria en el COTA, tercera consecutiva en este arranque fulgurante de temporada, y de paso firmar un hito jamás alcanzado: tres dobletes consecutivos en MotoGP. Había ganado la Sprint, sí, y con ella, se convirtió en el español con más victorias en Grandes Premios de la historia. Pero la gloria, como tantas veces en su vida, le ha durado lo justo para paladearla antes de verla desmoronarse entre los dedos.
Porque cuando uno pelea contra su propio reflejo, la batalla es más dura. Marc lo advirtió desde el jueves: “La confianza es el mayor enemigo del piloto. Ya me pasó en 2019”. Entonces, como ahora, el error fue suyo. Y entonces, como ahora, la factura ha sido altísima.
Del caos nace la carrera perfecta
La jornada amaneció caprichosa, con esas condiciones que huelen a guerra de nervios: llovizna, humedad, parches traicioneros en la pista. Justo el escenario donde Marc suele ser un lobo. En la parrilla, el caos. Marc cambia de moto en el último segundo, todos le siguen como si de un general se tratara. Bandera roja, carrera reducida a 19 vueltas. Ni Hollywood lo hubiera escrito mejor.
Y sin embargo, hasta los héroes se traban con su armadura.
Marc sale como un misil, toma la curva uno como si ya llevara media vuelta de ventaja. Les mete un segundo en el primer paso por meta y todo parece escrito. Detrás, como un ejército ordenado, le siguen Álex Márquez, Bagnaia y Di Giannantonio. El guion se cumple, la gloria se vislumbra. Pero entonces aparece la maldición de Austin.
Curva 4, vuelta 9: el pecado del piano mojado
Era la vuelta nueve cuando el campeón de Cervera, en un exceso de ambición, pisa el piano traicionero de la curva 4. No hay redención: se va al suelo. Se levanta, remonta hasta la posición 18, pero su Honda está rota por dentro. Como él. Siete vueltas después, abandona. Primera carrera en blanco del año. Y de fondo, los ecos de 2019 vuelven a sonar con un timbre cruel.
Con Marc fuera, el testigo pasa a Bagnaia, que ya no suelta el liderato hasta cruzar meta. Frío, quirúrgico, italiano. Álex Márquez, cerebral, asegura un segundo que vale oro: es el nuevo líder del Mundial. Fabio Di Giannantonio completa el podio en este desfile Ducati, con Morbidelli cuarto.
Detrás, una escabechina. Acosta, Mir, Binder y Aldeguer (que rodaba quinto) también besaron el asfalto. Solo 17 de 22 terminaron. Una batalla que se cobró peajes.
Clasificación al rojo vivo
Marc, que podía haber salido con medio Mundial en el bolsillo, entrega el liderato por un solo punto a su hermano. El campeonato se aprieta, la incertidumbre vuelve. Y la siguiente estación es Jerez, tierra de pasiones, donde los errores se pagan caro… y la gloria se escribe en español.
JMG