MOTOGP

Cuando el cielo se abre y la lluvia cae sobre la historia, sólo algunos pilotos se convierten en leyenda. Johann Zarco, con 34 años y 288 grandes premios a sus espaldas, firmó en casa la victoria más mágica de su vida deportiva. En un Gran Premio de Francia caótico, imprevisible, convertido en supervivencia sobre asfalto mojado, el francés de Honda logró la gloria ante su gente, rompiendo con ello una sequía nacional que duraba desde siempre. Por detrás, Marc Márquez, segundo, y Fermín Aldeguer, tercero, completaron un podio que también cambia el guion del campeonato: el ocho veces campeón del mundo ya es líder de MotoGP 2025.

Una carrera de locura, entre sanciones, caídas y estrategias de guerra

Le Mans amaneció gris, y al caer la lluvia durante la carrera de Moto2, la tensión se mascaba. La carrera de MotoGP vivió dos salidas, penalizaciones masivas, estrategias cambiantes, una danza constante entre las motos de seco y las de mojado y una cadena de errores que no perdonó a los favoritos.

Francesco Bagnaia, que había caído ya en la sprint, volvió a perder el control en las primeras vueltas y se despidió de los puntos. Fabio Quartararo, obligado a cumplir una doble vuelta larga, besó el asfalto minutos después. Joan Mir, el más rápido en el warm up, también se fue al suelo. Y en mitad de ese desastre meteorológico y deportivo, los hermanos Márquez emergieron como titanes.

Los Márquez, duelo y tragedia

Marc Márquez se mantuvo firme pese a la sanción y gestionó la locura con cabeza de campeón. Alex, por su parte, llegó a liderar la prueba, pero cometió dos errores fatales que le privaron de un nuevo podio. El primero, un recto cuando Marc cumplía la segunda vuelta larga. El segundo, una caída definitiva a seis vueltas del final, cuando ya rodaba sexto y trataba de recuperar posiciones.

La carrera se convertía así en un pulso entre la veteranía francesa de Zarco y la ambición constante de Márquez, que no arriesgó más de lo necesario para firmar un segundo puesto vital. El de Cervera, que sigue intratable los sábados, vuelve a lo más alto de la clasificación general tras el cero de su hermano y el descalabro de Bagnaia.

Zarco, una victoria con alma

Zarco no sólo ganó. Reinó. Sostuvo la presión de correr en casa, con más de 311.000 almas rugiendo en Le Mans, con sus padres por primera vez en el circuito. Mantuvo la calma, clavó las vueltas en mojado y cruzó la meta con más de quince segundos de ventaja. Honda rompe así la hegemonía de Ducati tras 22 triunfos consecutivos de la fábrica de Bolonia, igualando un récord histórico que compartían ya con ellos desde los tiempos de Doohan.

Es la segunda victoria de Zarco en MotoGP, pero la primera con un valor simbólico y deportivo colosal: el primer francés en ganar en Le Mans, el más veterano en hacerlo desde Valentino Rossi, y un premio a la perseverancia de un piloto que nunca se rindió.

Aldeguer, podio de campeón

Fermín Aldeguer, el debutante murciano, volvió a asombrar al paddock. Supo esperar, leer la carrera y encontrar el momento justo para superar a Pedro Acosta y conquistar su segundo podio del fin de semana. Si el sábado fue tercero en la sprint, el domingo lo repitió con temple y clase. Ya es más que una promesa.

Pedro Acosta terminó cuarto, con Maverick Viñales en la quinta plaza, seguido por Nakagami, Raúl Fernández, Di Giannantonio, Savadori y Ogura.

Con este resultado, Marc Márquez es el nuevo líder del Mundial con 101 puntos, dos más que Alex Márquez, que pese al abandono se mantiene segundo. Tercero es Pecco Bagnaia con 92, acechado ya por Zarco, Aldeguer y Acosta en un campeonato que, a cada gran premio, enloquece aún más.

JMGH