"Explorando el mundo a través de la pluma y la poesía"
En el latir callado de la llanura,
se levanta Torrefarrera, altiva,
como un verso que en la brisa murmura,
en cada surco, en cada hora viva.
Sus calles, anchas como brazos abiertos,
acogen pasos que el viento desvanece,
y entre el rumor de campos despiertos,
la tierra canta lo que nunca perece.
Aquí el sol no solo alumbra, sino abraza,
y la luna, con paciencia, acaricia la calma,
mientras el tiempo, en su marcha escasa,
guarda en los rincones la paz del alma.
Es en el umbral de cada puerta antigua
donde la vida deja su huella ligera,
y el eco de voces, ya casi en vigilia,
resuena en las noches de primavera.
Torrefarrera, de tierra firme y clara,
eres un suspiro hecho de campo y trigo,
un remanso donde el alma se para
y el corazón encuentra su abrigo.
Cada piedra guarda un relato,
cada árbol sabe un secreto al viento,
y en el horizonte, sereno y grato,
se oculta el día sin más lamento.
No hay riqueza más grande en tus días
que la simpleza de tu esencia eterna,
pues en ti el hombre aprende que la vida,
en su quietud, es lo que al alma llena.
Septiembre 2024