En el año 1186, en el Libro Verde se revela,

Torrefarrera renace, 13 familias, su estrella,

concesión censal a la iglesia, devoción que destella,

Santa Cruz, en el antiguo rezo, ya en su huella.

Mezquita antigua, en el pasado refulgía,

el obispo restaurador, en su amor guía,

la prepositoria de Sant Joan de Segrià,

Torrefarrera, en su abrazo, ya se ofrecía.

Parte de Lleida hasta el año mencionado,

Torrefarrera, en su ser, ya consolidado,

un lugar de encuentro, de pasado cimentado,

en la historia de Cataluña, su nombre entrelazado.

Dentro de su término, torres y caseríos perviven,

Pujalt, Vallseguer, la Grallera, que el tiempo aviva,

en el camino hacia Benavent de Segrià se escribe,

sobre un roquedal, la Torre Grallera se cautiva.

Noviembre 2023