Aquí no manda el mármol ni el museo,
ni el marco de oro ni la voz callada,
aquí la vida pinta su deseo
con spray directo contra la fachada.
Revienta el muro gris de las aceras,
se abren los ojos de las riberas.
Brota en el yeso un grito de colores,
rostros de sueños, puños y amapolas,
y el pueblo entero late en los pintores
que suben con su alma por las olas.
Torrefarrera canta en los andamios,
revive en tinta sus viejos daños.
Graffitis que desnudan la mentira,
murales que disparan sin permiso,
y un niño ve en la esquina
una bandera pintada con la rabia del aviso.
Aquí el arte no cuelga en paredes:
aquí se grita hasta que muerdes.
Los muros hablan, rompen su condena,
ya no son cárcel, son revolución,
y cada trazo al cielo se encadena
como un poema hecho de aerosol.
Aquí el futuro ya no se espera:
¡Se pinta hoy en Torrefarrera!
Mayo 2025